British Petroleum

Quizás todo comenzó con la ingenua idea de Comte de que la ciencia resolvería todos los problemas de la humanidad, luego esta “ciencia salvadora” perfeccionaría a la industria militar al punto que hoy bastaría con apretar un botón para accionar una bomba capaz de terminar la vida en la tierra. De ahí que no me extrañe que la transnacional British Petroleum (BP) extraiga combustible de mares profundos con instrumentos poco seguros. El escape de petróleo iniciado el 20 de abril pasado en el Golfo de México al explotar un pozo de BP, pone énfasis a un tema que continua siendo tratado en los medios todavía muy por debajo de las expectativas de  ambientalistas y científicos. Ellos desde los años sesentas son los más conscientes exponentes de la aceleración del deterioro ambiental por la acción humana, de ahí que intenten convencer a las grandes empresas, causantes del mayor daño, de lo vital de crear formas de producción más sustentables, se ha demostrado que es posible, aunque implicaría pérdidas millonarias a dichas transnacionales. Pareciera que estos dueños de corporaciones tienen como única meta en la vida dejarles a sus hijos dinero, sólo con el inconveniente de que para disfrutar tanto dinero, necesitaran un planeta donde hacerlo. Astutos empresarios hacen “lobby” en los más disímiles foros para abortar las propuestas de saneamiento ambiental, aún así quiero pensar que la época de estos señores comienza su declive, no importa que durante la administración Bush se beneficiaran con leyes que amparan su egoísmo, pues lo bueno de todos unido salvará a la humanidad.  acudan al llamado a sembrar arboles en las afueras de La Habana de mi amigo Erasmo Calzadilla, pues como nunca antes todo está claro, o los hijos de putas acaban con el mundo, o los buenos nos unimos de una vez y por todas poniendo nuestras semejanzas por encima de nuestras diferencias, y aunque me apene tengo que reconocerlo, la irresponsable BP ha dado el toque final para que de una vez y por todas me convierta en ambientalista.