Entrevista de Radio Monaco al profesor Salim Lamrani: “La administración Obama ha rechazado todas las propuestas de diálogo con La Habana”
Anne-Cécile Huprelle: El país está viviendo en este momento en una era de modernización sin precedente.
Salim
Lamrani: En efecto, hay que subrayar dos medidas. La primera constituye
una revolución estructural de la fuerza del trabajo. Las autoridades
han decidido proceder a la supresión a medio plazo de cerca de medio
millón de puestos de funcionarios, o sea el 10% del total, y de un
millón en cinco años.
La
segunda medida también es una medida sin precedentes por su
envergadura. Se trata de una apertura de la economía estatal al sector
privado, destinada, entre otras cosas, a legalizar una economía informal
creciente y a recaudar impuestos en un país poco habituado a la cultura
fiscal. El Estado, que controla cerca del 90% de la economía, ha
decidido delegar una parte de sus actividades económicas a personas
privadas. Cerca de 178 nuevas actividades se han abierto al sector
privado. Conviene recordar que en 83 sectores, los nuevos empresarios
podrán contratar a personas, prerrogativa que hasta el momento era una
exclusividad del Estado, de las empresas mixtas y de las empresas
extranjeras.
ACH: ¿Acaso la reciente llegada de la publicidad comercial es un signo de este cambio?
SL:
No se trata realmente de publicidad comercial como entendemos en
Occidente, sino simplemente de la multiplicación de los letreros
comerciales que indican la presencia de un restaurante o de otro
comercio, eso por el crecimiento del sector privado estos últimos meses.
Hay que saber que pasó de 150.000 personas a más de 320.000. Debería
estabilizarse alrededor de medio millón de microempresarios.
ACH: ¿Es diferente Raúl Castro de su hermano Fidel?
SL:
Desde un punto de vista ideológico o en cuanto a principios
fundamentales, no existe ninguna diferencia. Sin embargo hay una notable
diferencia de estilo. Raúl Castro es un militar con fama de ser muy
pragmático. Dirigió durante medio siglo una de las instituciones más
eficientes del país, que es el Ejército. Por otra parte, Raúl Castro se
ocupó personalmente del desarrollo del sector turístico en Cuba, que es
ahora vital para la economía nacional y la segunda fuente de ingresos
del país. Tiene a cargo la actual reforma del modelo económico cubano y
el desafío es mayor pues los obstáculos son numerosos.
ACH: Después del capitalismo, ¿cuál es el nuevo enemigo de Cuba? ¿La corrupción?
SL:
A nivel externo, el principal enemigo sigue siendo Estados Unidos que
impone sanciones económicas que revisten un carácter cruel y anacrónico
desde hace más de medio siglo. Afectan a todas las categorías de la
población cubana. Conviene recordar que esas sanciones tienen un
carácter retroactivo y extraterritorial. Hablo de ello detalladamente en
mi último libro Estado de sitio que trata de este tema*. Por
ejemplo cualquier fabricante de automóviles, cualquiera que sea su
nacionalidad, tiene que demostrar al Departamento del Tesoro que sus
productos no contienen un solo gramo de níquel cubano para poder
venderlos en el mercado estadounidense. Danone, por ejemplo, tiene que
demostrar que sus productos no contienen ninguna materia prima cubana.
Entonces Cuba no sólo no puede vender nada a Estados Unidos sino que
también se ve limitada fuertemente en su comercio. Estas medidas privan a
la economía cubana de numerosos capitales y a las exportaciones cubanas
de numerosos mercados de todo el mundo. Por estas razones, el conjunto
de la comunidad internacional rechaza las sanciones.
A
nivel interno, Cuba debe luchar contra la burocracia que gangrena la
sociedad cubana. La corrupción también es un fenómeno endémico en Cuba
que a veces afecta a los más altos niveles del Estado. El mercado negro
se ha desarrollado en Cuba desde la caída de la Unión Soviética. Cuba
también debe reforzar su cultura del debate y conceder un espacio más
amplio a las opiniones heterodoxas. Del mismo modo, la isla debe poner
fin a ciertas prácticas sectarias que todavía persisten. Hay que
realizar un gran esfuerzo en términos de productividad, y finalmente
Cuba tiene que reducir su sector público hipertrofiado.
ACH: ¿Son posibles mejores relaciones con Estados Unidos y Europa en un futuro cercano?
SL:
En realidad, la normalización de las relaciones entre La Habana y
Washington depende más de Estados Unidos que de Cuba. El presidente Raúl
Castro ha dado prueba varias veces de su disposición a dialogar con el
Vecino del Norte a partir de una base de respeto mutuo, de reciprocidad y
de no injerencia en los asuntos internos. La administración Obama
rechazó todas estas propuestas.
Hay
que saber que la retórica diplomática estadounidense para justificar la
imposición de sanciones económicas a Cuba no ha dejado de cambiar a lo
largo de las décadas. En un primer tiempo se trataba de las
nacionalizaciones. Luego de la alianza con la Unión Soviética. Después
de la intervención cubana en África para ayudar a los movimientos de
liberación nacional y luchar contra el apartheid. En 1991, tras la caída
de la Unión Soviética, en vez de normalizar las relaciones con Cuba,
Estados Unidos reforzó su estado de sitio económico contra la población
cubana y esgrimió el argumento de los derechos humanos y de los presos
políticos. Ahora bien, desde noviembre de 2010 y el acuerdo firmado
entre el gobierno cubano y la Iglesia Católica, todos los presos
llamados políticos fueron liberados. Según Amnistía Internacional no hay
hoy ningún preso político en Cuba. No obstante, la administración Obama
se niega a levantar las sanciones económicas.
En
cuanto a la Unión Europea, a pesar de su potencia económica, sigue
siendo un enano político incapaz de adoptar una política independiente
de la de Washington hacia Cuba. Oficialmente, la Posición Común, que es
el pilar de la política exterior de Bruselas hacia La Habana desde 1996 y
que limita sustancialmente las relaciones, se justifica por la
situación de los derechos humanos. De todo el continente americano, sólo
Cuba es víctima de una Posición Común. Ahora bien, basta echar un
vistazo a los informes de Amnistía Internacional sobre los derechos
humanos para darse cuenta de que Cuba está lejos de ser el peor alumno
del continente al respecto. Por consiguiente se trata de una política
discriminatoria sin fundamento por parte de la Unión Europea hacia Cuba,
y corresponde a la Unión Europea acabar con esta política.
* Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba
Prólogo de Wayne S. Smith
Prefacio de Paul Estrade
Paris, Editions Estrella, 2011
15€
Para cualquier pedido, contacto: lamranisalim@yahoo.fr
Fuente: http://www.radio-monaco.com/
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