El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba emitió una declaración en la que
denuncia la política subversiva de Estados Unidos hacia la Isla, que se promueve
a través de la Sección de Intereses norteamericana en esta ciudad, la cual
reproducimos íntegramente a continuación.
Internacional | miradasencontradas.wordpress.com
03-11-2012 |
El Ministerio de
Relaciones Exteriores ratifica que Cuba no cederá terreno a la injerencia y que
utilizará todos los mecanismos legales a su alcance para defender la soberanía
conquistada y hacer valer el respeto al pueblo cubano y a las leyes del país.
03-11-2012 |
La Sección de
Intereses de los Estados Unidos (SINA) en La Habana sigue fungiendo como
cuartel general de la política de subversión del gobierno norteamericano contra
Cuba, que tiene entre sus propósitos fundamentales fabricar un movimiento de
oposición al gobierno legítimo de Cuba y fomentar la desestabilización interna
para provocar un “cambio de régimen “en nuestro país.
Como ha sido
denunciado con anterioridad, durante los últimos años, la SINA ha continuado
realizando actividades ilegales, que nada tienen que ver con las funciones de
una misión diplomática y que consisten en promover, asesorar, instruir,
entrenar, financiar y abastecer con medios y tecnologías diversas a sus
mercenarios en Cuba. Diplomáticos de esa oficina incitan permanentemente a estas
personas, que responden a los intereses del Gobierno de los Estados Unidos
contra Cuba a cambio de una buena retribución monetaria, a protagonizar
acciones provocadoras, desplegar campañas de manipulación sobre la realidad del
país y actuar contra el orden constitucional cubano.
En su empeño por
ejercer un papel rector en la tarea imposible de convertir a sus mercenarios en
un movimiento creíble de oposición interna, la SINA canaliza fondos del
presupuesto del Gobierno de los Estados Unidos y medios financiados por este
para alimentar el negocio de la subversión interna.
En su labor de
injerencia en los asuntos internos de Cuba, la SINA ha llegado al extremo de
asumir tareas de capacitación, estableciendo dentro de su sede locales y
centros ilegales de Internet para proveer entrenamiento e impartir cursos a
personas, con el objetivo de que actúen contra los intereses del Estado cubano,
en violación flagrante de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas,
de las leyes cubanas y del propio acuerdo que dio origen al establecimiento de
la Sección de Intereses.
En Cuba, como en
muchos países, se requiere del consentimiento del Estado cubano y de la
aprobación del Ministerio de Educación Superior para poder impartir programas
docentes o cursos. También se necesita la autorización y una licencia de
operación del Ministerio de Informática y Comunicaciones para ofrecer servicios
de Internet. La SINA no cuenta con ningún permiso para dar estas prestaciones,
que realiza sin la anuencia de las autoridades cubanas, por lo que son
ilegales.
Resulta inaceptable y
cínico que este tipo de programas que promueve la SINA, incompatibles por demás
con las funciones de una misión diplomática, sean desarrollados por el país que
sostiene, por ley y por decisión de su gobierno, una política de abierta
hostilidad y bloqueo dirigida a doblegar y destruir a la Revolución, que, entre
otros aspectos, restringe el libre intercambio educacional, cultural,
académico, científico y deportivo entre los dos países e impide a Cuba conectarse
a las decenas de cables submarinos que rodean la isla para poder acceder a
Internet.
Existen pruebas
irrebatibles de que las actividades ilegales que realiza la SINA son
financiadas con fondos oficiales del gobierno norteamericano, que en sumas
millonarias son adjudicados anualmente al Departamento de Estado y a la Agencia
de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), en virtud de la
sección 109 de la Ley Helms-Burton, que tiene como objetivo explícito promover
un cambio en el sistema político, económico y social de Cuba.
Estas acciones
subversivas, unidas al recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y
financiero, la persecución cada vez más feroz de las transacciones financieras
cubanas y la utilización de nuevos pretextos para evadir la propuesta de
sostener un diálogo serio, respetuoso y en condiciones de igualdad entre ambos
países, que Cuba ha reiterado, demuestran que el actual Gobierno de los Estados
Unidos no tiene la voluntad real de dejar atrás las peores políticas y prácticas
de la Guerra Fría y no desiste de sus intentos por tratar de someter a nuestra
nación a su dictado.
El Ministerio de
Relaciones Exteriores denuncia las actividades ilegales, injerencistas,
ofensivas y provocadoras de la Sección de Intereses de los Estados Unidos y
demanda el cese de su incitación permanente a la realización de acciones
dirigidas a subvertir el orden constitucional que el pueblo cubano ha elegido
legítima y soberanamente..
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