Habanastation,
primer largometraje de ficción del cubano Ian Padrón, no ha dejado de
impresionar al público y a la crítica especializada. Hasta el momento,
la película ha ganado disímiles premios y reconocimientos, debido a la
acertada propuesta que nos muestra.
Por
estos días, Ian Padrón se encuentra en Estados Unidos, dónde se
realizará el primer voto para las nominaciones de los Premios Oscars, en
el apartado de película extranjera. Se seleccionarán 5 filmes, que
serán anunciados el 24 de enero del año en curso.
Antes de partir, Padrón ofreció una entrevista para Cubahora, sobre temas relacionados con el filme y sus aspiraciones.
–Después
de observar la gran aceptación de la película por parte del
público,dentro y fuera de Cuba, quisiera saber si al concebirla pensó
que el público extranjero la entendería.
–No,
yo hice esta película intentando aprender hacer cine. Lo vi como un
aprendizaje, como un crecimiento personal. Nunca pensé que tendría
popularidad ni que iba ser tan querida por el publico cubano, ni tampoco
entendida y apreciada por personas de otros países. Eso si es una
agradable sorpresa, algo que realmente no esperaba. Yo creo que formo
parte de una generación de jóvenes cineastas cubanos, menores de 40 años
que están interesados por hacer historias cubanas y que sean entendidas
por un público universal.
–¿Qué
lo motivó hacer un filme como este que refleja las diferencias sociales
en nuestro país y a la vez trata valores importantes para la familia
cubana?
–Esta
es una película autobiográfica, que está basada en hechos reales.
Cuando yo era niño, mi padre me llevaba a la escuela; pero mi padre es
Juan Padrón, que viajaba. Por tanto, yo tenía un contacto con el mundo
distinto al de muchos de mis amigos, cuyos padres no viajaban.
Simplemente hice esta película para reflejar este momento de mi niñez.
En la escuela yo tenía un amigo llamado Carlos(de ahí el nombre del
personaje),que vivía en la Timbay sus condiciones de vida eran muy
distintas a las mías. No hice otra cosa que reflejar mi niñez y ese
momento de mi infancia que me impactó tanto.
–¿Cómo se siente con todos los premios que ha recibido este primer filme suyo?
–Yo
no salgo de mi asombro cada vez que pasa algo con Habanastation. Para
mi es una agradable sorpresa. Realmente estoy muy agradecido al público
cubano que le ha gustado mucho la película, la sigue, la ha copiado y
valorado. Así como la crítica que le ha dado algunos premios. Yo pienso
que es un punto inicial importante para tratar de hacer otras películas
para los niños y jóvenes.
–Hay un momento muy emotivo en la película en el que se le rinde un homenaje a Elpidio Valdés, de Juan Padrón…
–En
realidad no es un homenaje solamente a Elpidio Valdés sino también a la
generación de niños que crecimos escuchando la música de Elpidio
Valdés, jugando fútbol, bañándose en los aguaceros, etc. Teniendo una
infancia en contacto directo con otros niños. Era otra época, no había
estos juegos de computación que hay ahora, que son buenos, chéveres,
importantes, pero también alejan a los niños de otros niños, de jugar en
grupo, de hacer ejercicio físico. Esta película es un llamado de alerta
a que a los niños no se les pueden encerrar en una burbuja en la casa,
sino que también hay que dejarlos que hagan otras cosas.
–¿Cuánto
influyó el trabajo que realiza su hermana Silvia Padrón, sobre lo que
consumen niños y adolescentes en Cuba, para la realización del guión de
Habanastation?
–Mi
hermana y mi mamá son psicólogas y hemos conversado mucho sobre estas
temáticas. Yo no me acerqué a este tema desde una manera científica o
indagatoria. Nosotros hemos conversado mucho, ella vio los primeros
cortes de la película y su opinión fue muy importante, precisamente
porque ellas me dijeron que se sentían muy identificadas por cómo se
trata el tema para los niños. Recientemente, en el Festival de Cine, la
película ganó el premio de la UNICEF. Para una película de niños es un
honor haber recibido este premio, porque esta institución trabaja
arduamente por el respeto de los derechos de los niños. De hecho, para
mi es uno de los premios más importantes que ha recibido la película.
–En cuánto a la banda sonora, ¿por qué escogió al grupo Sampling para su realización?
–Rene
Baños, director de Sampling, es un gran músico y esta es su primera
película; así como para Nacional Electrónica, un grupo de música
electrónica que también se estrena en esta materia. Esta es una película
de primeras veces para el equipo de realización, los artistas y los
músicos. Fue un riesgo, pero en cine todo es riesgo, desde el guión
hasta las tomas, pero salió bien. No hay manera de hacer cine si uno no
se arriesga. Mi elección estuvo dada porque era mi primer proyecto y
quería arroparme de amigos cercanos, que me entendieran, porque estaba
preocupado, nervioso, por ser un principiante, y los amigos tienen un
poco más de paciencia, te entienden, te permiten ensayar. Muchas veces
uno sabe más lo que no quiere que lo que quiere, por eso es importante
rodearse de amigos.
–¿Qué significan para usted estos encuentros con Michael Moore y los reconocimientos que le ha hecho?
–Es
una gran cineasta. El documentalista más famoso de estos tiempos. En
tono chistoso lo llamo cada vez que lo veo: Miguelito Moore. Lo conocí
en el 2010, cuando invitó a un grupo de realizadores cubanos al Festival
Traverse City, en Michigan, Estados Unidos. Ahí comenzamos una amistad.
En esa ocasión “Fuera de Liga”, obtuvo un premio y ahora con
Habanastation fue seleccionado como la mejor película del festival.
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