Las sorprendentes denuncias realizadas
recientemente por una investigación de la AP, sobre la existencia,
durante años, de un proyecto secreto de la
Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (Usaid) para crear un supuesto "Twitter cubano", denominad
o ZunZuneo, en realidad son apenas la punta del iceberg de la gigantesca campaña subversiva montada contra
Cuba.
La utilización de empresas fantasmas de terceros países, el desvío de
dinero, la contratación de mercenarios tecnológicos disfrazados de
empresarios, tanto fuera como dentro de Cuba; el montaje de operaciones
secretas que violan las leyes de Estados Unidos, las normas
internacionales de telecomunicaciones, e incluso el uso de fondos
clandestinos sin que siquiera sea informado el Congreso del país
norteño, parecen ser denominadores comunes de estas operaciones.
Los programas pueden tener diversos nombres y provenir de múltiples
fuentes, desde la propia Usaid, el Instituto Republicano Internacional
(IRI), el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales
(IND) o la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), pero todos tienen el
fin común, desde hace años, de tratar infructuosamente de dividir al
pueblo cubano y derrocar la Revolución.
SPAM EN LAS REDES
Los SMS masivos a celulares cubanos, cuyos números fueron obtenidos
fraudulentamente, violando con ello la privacidad de los ciudadanos y
las propias leyes que regulan las comunicaciones en Estados Unidos,
fueron una de las estrategias fundamentales utilizadas por el proyecto
ZunZuneo.
Ya desde aquel momento, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba,
Etecsa, notificó a más de 200 proveedores de SMS Centers, comunicándoles
de manera oficial que algunas de estas plataformas estaban enviando
mensajes no deseados o "spam", comportamiento usualmente rechazado por
los operadores internacionales.
Etecsa informaba a los proveedores que de recibirse en la plataforma
móvil cubana algún mensaje similar, se tomarían medidas con el SMS
Center que originara la comunicación.
"Tratamos así de frenar una situación muy dañina para nuestras redes,
ya que las congestionan, creando malestar en las personas y provocando
daños económicos importantes a la empresa, pues se dejan de percibir
ingresos por las llamadas y mensajes que no pueden enviar o recibir los
usuarios", explicó a JR la ingeniera Hilda Arias, directora central de
Servicios Móviles de Etecsa.
No obstante, ZunZuneo no fue el único proyecto que utilizó esta
engañosa treta, que muchas veces involucra a empresas fantasmas ubicadas
en terceros países, desde donde se redireccionan los mensajes de texto
hacia Cuba.
Desde el año 2011 también el llamado servicio "Martinoticias", creado
por Radio y TV Martí, institución financiada y promocionada por la
Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), con el dinero de los
contribuyentes norteamericanos está violando las normas de
telecomunicaciones de ese país y las internacionales.
Desde que el 13 de abril de 2011 Martinoticias realizó el primer
envío masivo de SMS hacia Cuba, promoviendo los servicios de Radio
Martí, ese proyecto mercenario dependiente del Gobierno norteamericano,
además de las normas cubanas, violó las leyes antispam de Estados
Unidos.
La llamada CAN SPAM Act, Ley Pública 108–187 aprobada por el Congreso
estadounidense en diciembre de 2003, y firmada inmediatamente por el
propio presidente George W. Bush, prohíbe claramente enviar mensajes
comerciales o de otro tipo sin que el destinatario de los mismos exprese
su consentimiento.
No obstante, los promotores del denominado Martinoticias, que además
involucra a otros proyectos subversivos como Cubasincensura o Diario de
Cuba, parecen creerse que, cuando se trata de la Isla, están por encima
de toda ley.
Hasta octubre de 2013, según datos obtenidos por Etecsa del análisis
de la procedencia de la mensajería de texto, ellos habían realizado 219
envíos masivos de spam, que suman un total de 1 055 746 SMS dirigidos a
usuarios cubanos.
Lo anterior forma parte de las modificaciones y reajustes en las
transmisiones de Radio y TV Martí, encaminadas a integrar las nuevas
tecnologías de las infocomunicaciones, como redes sociales, SMS y
correos electrónicos, lo que ha convertido a la plataforma en una de las
más activas contra Cuba.
Es en estos empeños en lo que gastan los más de 20 millones de
dólares que asigna todos los años la Casa Blanca y el Congreso a este
proyecto, que por demás incluye las violatorias transmisiones radiales y
televisivas contra Cuba, condenadas por la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (UIT).
UNA PIRÁMIDE PARA ESCONDER EL ZUNZÚN
Tras el fracaso de ZunZuneo, denunciado por el reportaje de AP, la
Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB) junto al proyecto Martinoticias se
ha encargado de estructurar una red similar, también con fondos
secretos, denominada Piramideo.
Similar a lo que hicieron con el proyecto anterior, Piramideo
promueve la creación de una red de «amigos», ofreciéndoles la
posibilidad de que una persona envíe a los miembros de su "pirámide" un
SMS masivo por el valor de un solo mensaje.
Esta estrategia, destinada también a restarle recursos a Cuba, busca
además crear una especie de "canal de comunicación" entre grupúsculos
contrarevolucionario.
Incluso han pretendido engañar al sector cuentapropista y a los
artistas cubanos, ofreciéndoles la plataforma "gratuitamente" o a
precios más bajos que los oficiales, para que a través de ella
promocionen su obra o sus servicios.
Piramideo, que se nutre de fondos de dudosa procedencia, sobre los
cuales sería muy bueno que la Usaid y la OCB le dieran explicaciones al
Congreso de Estados Unidos, viola además la Resolución 192 del
Ministerio de Comunicaciones de Cuba, que contiene el "Reglamento para
contrarrestar el envío de mensajes masivos dañinos a través de las redes
de telecomunicaciones".
¿A QUIÉN QUIEREN CONMOCIONAR?
Entre septiembre del año 2012 e igual fecha del 2015, la Usaid tiene
previsto entregar a diversas empresas subcontratadas 4,3 millones de
dólares destinados a fomentar el montaje de redes inalámbricas
clandestinas en Cuba, lo cual forma parte de un proyecto denominado en
clave Conmotion.
La finalidad es ofrecerle a supuestos "emprendedores tecnológicos"
cubanos el equipamiento necesario para que creen sus propias redes, y
posteriormente enlazar estas a otras en el exterior.
El objetivo primordial, por supuesto, son los más jóvenes, a los
cuales seducen con la posibilidad de intercambiar mediante estas
conexiones diversos materiales, como música, películas, tener
conversaciones e incluso jugar en línea.
No obstante, Conmotion tiene un objetivo más oculto: ir creando una
"malla de usuarios", a los cuales suministrarles tecnología e
información para en un momento dado, ganada cierta "credibilidad",
desinformarlos sobre la situación del país o convocarlos a manifestarse
en contra de alguna supuesta "injusticia".
Se trata, como mismo sucedió con el ZunZuneo develado por la
investigación de la AP, de otro proyecto destinado a crear confusión,
sembrar el pesimismo y el desánimo, aprovechando para ello las carencias
que en materia de comunicaciones aún tiene el país, provocadas,
precisamente, por el bloqueo de EE.UU.
OPERACIONES SUCIAS
Informaciones de prensa recientes señalan que el administrador de la
Usaid, Rajiv Shah, abordará en una audiencia el próximo martes en el
Senado los pormenores de ZunZuneo, tras las revelaciones de la agencia
AP.
Sin embargo, esa investigación, que ha provocado un escándalo
internacional que ha involucrado a empresas de varios países, apenas ha
rasgado algunos de los velos que ocultan una gigantesca agresión
tecnológica contra Cuba.
Quizá esa audiencia sea un buen momento para que no solo se hable de
ZunZuneo, sino también de otros proyectos ocultos que se instrumentan
contra Cuba, como
Piramideo, Conmotion,
Hablalosinmiedo
o la Singularidad, que forman parte de los intentos por utilizar las
nuevas tecnologías en contra del pueblo cubano y su Revolución.
A su vez, estos planes buscan minar la base económica que le permita
al Estado cubano seguir invirtiendo en mejorar las telecomunicaciones y
acercarlas más a la población. Intentan crear, de paso, el falso mito de
la "gratuidad" de muchos de estos servicios, que en realidad están
siendo subvencionados por empresas fantasmas y fondos mercenarios de
diversas agencias gubernamentales de Estados Unidos.
Con un esquema ensayado ya en sucias operaciones en Libia, Siria,
Egipto o recientemente en Ucrania y Venezuela, los organismos de
inteligencia estadounidense han orquestado y ejecutan hoy múltiples
planes contra Cuba, usando para ello las más sofisticadas tecnologías.
Sin embargo, estas agresiones no detendrán los esfuerzos del Gobierno
cubano para utilizar las nuevas tecnologías en pro del bien común, el
desarrollo económico, cultural y social.
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