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El mismo propósito de hace
medio
siglo
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FRANK
AGÜERO GÓMEZ
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Casi al asumir su mandato, el
presidente Barack
Obama prometió cambios en su relación con América Latina, pidiendo a
sus
vecinos de continente hacer borrón y cuenta nueva de los viejos
métodos
imperiales.
Con respecto a Cuba, dejó
dicho que creía posible mover las cosas hacia una
nueva relación, condicionándola, eso sí, a exigencias a la otra
parte, con
clara mención a los temas que le servirían de banderas para influir
en el
cambio del sistema político elegido por la población de la isla.
El Gobierno cubano, aún antes de
que asumiera el
primer presidente negro en la historia de Estados Unidos,
había declarado —y reiterado en ocasiones posteriores— su
disposición de conversar sobre cualquier asunto con el vecino del
Norte,
poniendo como única condición el respeto a la soberanía y la
reciprocidad
en el abordamiento de los problemas concernientes a cada parte, no
solo a
una.
El Canciller de la isla expuso
en Naciones Unidas
un racimo de propuestas de interés a examinar, desde comerciales a
políticos, migratorios y de comunicación, en realidad, una agenda
mucho más
amplia que el repetido triángulo libertad de
expresión-presos-elecciones en
que centran interés público los representantes de Estados Unidos.
La respuesta ha sido discreta y
elusiva, positiva
en algunos aspectos, aunque funcionarios de diverso rango y voceros
del
Departamento de Estado siguen el hábito de referirse a los asuntos
internos
de Cuba, con menos asiduidad y agresividad que sus antecesores, pero
igualmente mostrándose "consternados" o "preocupados".
Al parecer, responden más a
versiones de lo que les
dicen sus agentes en la isla que a la realidad objetiva sobre lo que
aquí
sucede.
Siguen apostando a la subversión
interna,
desconocen la soberanía del país y la legitimidad de sus
instituciones y
leyes, continúan en definitiva el Programa de Acción Encubierta
aprobado por
el presidente Eisenhower hace 50 años para derrocar a la Revolución
cubana.
En este se señalaban "cuatro cursos de acción principales",
siendo los dos primeros, "la creación de la oposición" y la
"poderosa ofensiva de propaganda" para inflarla y hacerla creíble.
Una denuncia reciente de Ricardo
Alarcón ponía
en
público la vigencia de este programa anticubano, firmado el 17 de
marzo de
1960 y continuado fielmente por todas las administraciones
norteamericanas.
"Las acciones encubiertas no han
cesado a lo largo
de medio siglo sólo que ahora a ellas se suman, además, los
proyectos que
aparecen en los presupuestos de la
AID, la NED
y otras entidades norteamericanas que abiertamente consignan su
respaldo
financiero a la "oposición" cubana y los pagos generosos a
quienes distorsionan la realidad de la isla y mienten a sabiendas",
reveló el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de
Cuba.
Los fondos para estas
actividades los paga el
contribuyente norteamericano y ocupan varias decenas de millones en
distintas partidas del presupuesto destinado a la subversión en el
continente.
LA ERA DE
LA WEBMANÍA
Más allá de la retórica de la
Casa Blanca,
analistas internacionales subrayan la promoción que ha tenido la
propaganda
sobre la isla en los tiempos de la nueva administración, encubierta
en la
estimulación a los blog personales de cibernautas originados en la
isla o
con sello de hecho en Cuba.
Se arropa la webmania con el
propósito de alentar
relatos de versiones no oficiales sobre el acontecer en la mayor de
las
Antillas.
Pero en Washington no han sido
consecuentes con
este enunciado, al extender las prohibiciones del bloqueo
a
los principales servidores y negar acceso a tecnologías avanzadas
que
permitan incremento de usuarios y mayor inserción en internet a los
cientos
de weblog que ya existen en la isla, personales o de instituciones
civiles,
cuyos editores desean intercambiar información con navegantes de
otras
latitudes y empleando menor tiempo.
A juzgar por las escasas
muestras promocionadas, el
auspicio de blogueros alentado por la administración de Obama ha
sido
selectivo, es decir, aquellos que proyectan el ideal norteamericano,
una
prioridad estratégica de la política exterior recién ratificada por
el
gobernante en su discurso sobre el Estado de la Unión.
No por casualidad, los
contenidos de estos sitios
coinciden con la propaganda
anticubana por los
medios
más tradicionales, y en no pocas ocasiones derivan también en el
ciberchancleteo, como se conoce en el interior del país al
intercambio de
rumores, verdades a medias y exagerado protagonismo personal de
algunos con
acceso a estos medios.
Los privilegiados blogueros y
periodistas amateurs
(independientes según su terminología) adiestrados por la SINA
tienen una misma
misión, aunque entre ellos sea difícil la coherencia que desea el
Departamento de Estado: trasladar hacia el exterior una imagen
conveniente
que justifique el mantenimiento del bloqueo y la pertinaz campaña
sobre el
clima político dentro de la isla.
Otro horcón de esta política es
la revitalización
de la presencia de Cuba en espurias listados elaborados por el
Departamento
de Estado para el exterior, como en los dos últimos informes anuales
donde
se le incluye nuevamente entre las naciones que protegen el
terrorismo y se
le acusa de violaciones de derechos individuales.
Sintomáticamente, en el reporte
de esto último se
excluye a la gran nación del Norte, donde se cometen brutales actos
contra
los derechos de inmigrantes y trabajadores, y de la propia población
con el
pretexto de la seguridad nacional, además de las violaciones que
realizan
los representantes de Estados Unidos más allá de sus fronteras como
en la ilegalmente
ocupada base naval de Guantánamo, Irak, Afganistán, Paquistán , o
los que
consiente a sus aliados israelíes genocidas de la población
palestina.
Tratan de plantar en la opinión
pública la imagen
que les conviene de acuerdo a los planes encubiertos, a pesar de que
cada
año se evidencia más la selectividad y manipulación de estos temas,
como se
evidenció en el Consejo de la
ONU que sesiona en Ginebra, donde se aprobó recientemente
la política seguida en la isla en materia de derechos humanos y se
formularon
recomendaciones para su perfeccionamiento, surgidas no pocas del
propio
informe de la delegación cubana, como a los más de 100 países
analizados
por esta instancia..
¿INOCENTES DAMAS DE BLANCO?
El segundo elemento de la triada
que interesa a los
gobernantes de Estados Unidos, es el de las personas que guardan
prisión en
Cuba por delitos llamados políticos, individuos que fueron juzgados
no por
discrepar ideológicamente o ni siquiera por expresar sus opiniones,
sino
por la comisión de hechos previstos y sancionados en las leyes
cubanas.
Puede que a algunos desde afuera
les parezcan
extrañas algunas figuras delictivas o excesivo el rango sancionador
de las
leyes cubanas, como también a otros aquí y en otras latitudes les
resultan
con frecuencia raras las tipicidades de hechos conceptuados como
tales en
jurisprudencias ajenas.
Ese es el caso, por ejemplo, de
los delitos
configurados por no inscribirse como agente de un país extranjero, o
de
conspiración para cometer asesinato, según el código norteamericano
Ambos
forman parte de los cargos contra los cinco cubanos antiterroristas
severamente condenados en Miami bajo ambiente hostil y prejuicioso
contra
los acusados, exaltado por los grupúsculos de mafiosos y la prensa
en
español radicados en esa ciudad.
En todo caso, el respeto a la
soberanía de cada
país obliga a acatar las normas jurídicas y respetar la validez de
su
sistema judicial, que no es mejor o peor uno que otro, sino ajustado
a sus
fundamentos históricos concretos.
No hay que menospreciar los
procesos y sentencias
del 2003 emitidas por tribunales cubanos competentes, luego de ser
probada
la responsabilidad de los acusados por su actitud mercenaria, o lo
que es
lo mismo, colaboradores de una potencia extranjera (Estados Unidos)
en
actos que afectan la seguridad de la República, la tranquilidad de
su población y
costaron la vida de ciudadanos cubanos víctimas de irresponsables
procederes criminales.
Comprensible es la inconformidad
de los
sancionados, como casi siempre ocurre con el veredicto, cuando no
favorece
al acusado, no importa los argumentos legales de las decisiones, al
igual
que la pretensión de los familiares que desean el acortamiento de
las penas
y la excarcelación de los detenidos. De hecho, a varios sancionados
por
aquellos hechos les fue sustituida parte de la pena por razones de
salud y
algunos se han radicado fuera del país, donde siguen colaborando con
Estados Unidos en la causa antipatriótica que los llevó a prisión.
Como apuntaba un colega de la
Mesa Redonda de la Televisión cubana,
las llamadas Damas de
Blanco no son
criticadas por aspirar para sus parientes la
aminoración de las sentencias, ni porque aspiren a mejoras en el
régimen
penal para beneficio de sus familiares. Sus manifestaciones y
reuniones
desde hace años son objeto de peculiar atención de la prensa
extranjera,
sin que hayan provocado reacción de la población.
Lo que irrita y provoca
enérgicas voces de vecinos
y trabajadores de los lugares por donde decidieron exhibirse hace
pocos
días, es el oportunismo de prestarse para hacer campañas
contrarrevolucionarias, azuzadas por consignas que responden a
intereses
foráneos para aportar la imagen de intolerancia y represión contra
indefensas mujeres con ramos de flores en sus manos.
Es la falsedad asumida al
disfrazar este grupo de
damas como luchadoras pacíficas oposicionistas cuando desde hace
años,
también es público, se sabe del aliento político y financiero que
reciben
desde el exterior, concretamente desde Estados Unidos, España y
otras
naciones europeas, en partidas trasladadas por funcionarios de
embajadas
comprometidos con organizaciones y connotados terroristas de origen
cubano
que operan en Miami.
VERDADES Y SILENCIOS
No fue casualidad, pues, que un
alto representante
del Departamento de Estado se reuniera en la sede de la SINA con
varios elementos
de esta llamada oposición, apenas terminada la ronda de
conversaciones días
antes con funcionarios cubanos en las que habían sido advertidos,
expresamente, de la inconveniencia de este tipo de contactos para no
alterar el clima propicio a la continuidad de las discusiones entre
los dos
países.
Faltaba el punto de conexión que
desataría la
campaña mediática orquestada desde mucho antes y que engarza con los
reclamos del equipo de Obama, reiterados en declaraciones de la
señora
Clinton previamente, en las que insistió abiertamente en el
compromiso
político y financiero de su administración con la oposición
(contrarrevolución) dentro de la isla.
Este sería la huelga de hambre
con absurdas
exigencias a las autoridades penales, utilizando como carne de cañón
a un
delincuente común derivado por la publicidad en preso de conciencia,
y que
costó la vida del sujeto, deteriorado físicamente a pesar de las
atenciones
médicas que se le brindaron por médicos con experiencia.
El argumento estaba ya listo
para acusar con ello
al Gobierno de la isla de crueldad extrema con la fabricada
oposición
política y presentarlo como renuente a reconocer las voces de
discordancia
con el proyecto político cubano.
Con ello se pretende negarle
validez, además, al
renovado ambiente de discusión popular y debate que vive el país,
estimulado por las más altas autoridades partidistas y
gubernamentales, y
al proceso eleccionario para renovar las instancias municipales de
gobierno, caracterizado por una legítima y democrática participación
de
ciudadanos, que transcurre a puerta abierta y al cual se refieren,
cuando
quieren, los medios y observadores extranjeros no solo por
reproducciones
de lo que publica la prensa nacional.
Cómo si todo eso no estuviese
demostrando la
voluntad de perfeccionar la sociedad cubana, asumida conscientemente
por
las autoridades políticas, estatales y el pueblo, alentado por la
concepción de que "Revolución es cambiar todo lo que debe ser
cambiado", original del Comandante en Jefe Fidel Castro, sin
injerencia foránea ni intención de congraciarse con las exigencias
imperiales.
La alharaca del Parlamento
Europeo serviría de
marco publicitario para detener la iniciativa española en dirección a
cuestionar la validez de una errónea posición común contra Cuba,
fracasada
en sus propósitos originales de contribuir a tensar el lazo mortal
alrededor de la isla rebelde para completar el estrangulamiento del
bloqueo
e imponerle desde afuera los cambios al sistema que solo los cubanos
pueden
determinar.
Algunos analistas anotan que la
discreta
preocupación de los observadores al norte de La Florida puede ser
entendida como la táctica del zorro que cree tener a su presa sin
posible
escape, confiado en que busque el camino donde la espera
pacientemente.
La historia demuestra que el
pueblo cubano tiene
inteligencia y agallas para no dejarse amedrentar ante la propaganda
enemiga, ni se detendrá en su voluntad de perfeccionar la Revolución
en
concordancia con sus propios objetivos.
Frente a la mentira defiende su
verdad, acompañado
por la solidaridad activa de los amigos en el mundo que confían en
sus
virtudes y firmeza
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Fuente: EXCLUSIVO, 27/03/10
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