- De todos los equipos rusos, el más asombroso es la lavadora marca Aurika, cuya entrada a Cuba se registra en los años de mediados de la década de 1970 del siglo pasado...
- Arturo Chang
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La llamada obsolescencia programada nada tenía que ver con los equipos confeccionados en la otrora Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, como queda demostrado en Cuba.
Los “bolos” (así solían llamar a los soviéticos en su ausencia) fabrican feo, pero -se decía- las cosas son duras y no cambian los modelos todos los años, sino cada 10 o más.
También llamaban “rusos” a los equipos aunque fueran productos de cualquiera de las otras 15 repúblicas que componían la desintegrada unión.
Aunque en 2005 hubo cambio masivo de equipos electrodomésticos en la nación caribeña, hay quienes se aferraron a su refrigerador ruso y todavía los muestran con orgullo, proclamando que durarán más que los nuevos y no faltan quienes adquirieron los modernos y ahora lamentan haberse desprendido del made in URSS.
Recientemente me brindaron un batido de guayaba elaborado en un artefacto que a sus casi 40 años solo ha habido que sustituirle una pieza relacionada con la cuchilla y el vaso plástico cambiado por otro fundido en aluminio.
Y por si fuera poco, mientras degustaba el frío líquido, apaciguaron el calor con un ventilador plástico marca Orbita que ha resistido los embates de dos generaciones de niños que lo han usado para toda clase de entretenimientos.
Todavía ruedan por las carreteras cubanas modelos de jeep de dos puertas y de cuatro con sus motores originales o en algunos casos remotorizados con otro de auto soviético Volga desde hace más de 30 años.
Hay un chiste: varios países llevaron un reloj a competir en tamaño, y ganó la URSS por ser el más pequeño, exacto y duradero, pero cuando notaron que un cable lo conectaba a un aparato gigantesco como el Hotel Habana Libre, el jurado indagó. La respuesta: Es la batería del relojito.
Pero, de todos los equipos, el más asombroso debe ser la lavadora marca Aurika cuya entrada a Cuba se registra en los años de mediados de la década de 1970 del siglo pasado, cuando las amas de casa se sintieron liberadas de una dura carga domestica con su auxilio.
Todavía las hay funcionando como siempre, es decir, las encienden en un lugar y la vibración las traslada a los sitios más insospechados, con un ruido ensordecedor y mojando toda la vivienda.
Después de tantos años, este equipo no deja de asombrar, pues algunas solo lavan, no secan porque el motor fue utilizado para confeccionar un potente ventilador capaz de lanzar una chorro de aire a más de 10 metros de distancia.
O quizás lo encuentre en una turbina para impulsar el agua, en una podadora de césped como la que usan en los jardines del Monumento a la Acción del Tren Blindado en Santa clara, o en el más increíble de los aparatos manufacturados por la ingeniosidad cubana.
Sin embargo, nadie en otro país que no sea Cuba, puede imaginar que lo inviten a una fiesta y a la hora de brindar la cerveza y azar el pernil de cerdo, convoquen a ubicarse alrededor de una lavadora rusa marca Aurika.
Como por arte de magia, levantan la tapa y extraen una botella de bebida congelada, y también una masa de carne congelada, pues han convertido la lavadora en una nevera.
Notre mission : Rassembler la communauté cubaine et Canadienne qui aiment Cuba; Accroître documentation et assistance aux Cubains nouvellement arrivés ou résidents au Canada ; Information sur Cuba ; Échange, santé, voyage, économie, culture, etc. Aide humanitaire et économique aux Cubains ; Activités socioculturelles entre artistes internationaux et nationaux ; Organiser campagnes sensibilisation, de souscriptions et promotions.
lunes, 3 de marzo de 2014
La lavadora rusa
- De todos los equipos rusos, el más asombroso es la lavadora marca Aurika, cuya entrada a Cuba se registra en los años de mediados de la década de 1970 del siglo pasado...
- Arturo Chang
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