El consumo alto de sal teóricamente también se asoció con un aumento significativo en el riesgo de diabetes...
Una alimentación muy limitada en su
contenido de sal ha sido útil en la prevención y control de diversas y
serias enfermedades. (Foto: vivecondiabetes.com).
La sal de cocina es cloruro de sodio . Este último es un mineral necesitado por el organismo humano para mantener su función normal.
También se halla en forma natural en la mayoría de los alimentos.
Todos necesitamos ciertas y precisas cantidades de sodio para un
buen funcionamiento del organismo humano. Colabora con la fisiología de
los músculos y los nervios así como a mantener en adecuado equilibrio
los líquidos corporales. También regula la presión arterial y el volumen
sanguíneo.
Entre las propiedades del sodio se encuentra la de atraer agua. Una
comida cargada en sodio aumenta el volumen sanguíneo debido al agua
acumulada en la sangre. Al paso del tiempo esto puede aumentar la
presión arterial.
El 75 por ciento de la sal se consume de forma “invisible”. Durante
el proceso industrial se le añade a galletas, pan, alimentos preparados o
en conserva. No es necesario el sabor salado para contener, cantidades
importantes de sal, determinado producto. El sodio está presente en
buenas proporciones en barritas de chocolate y otros dulces como
pasteles, caramelos y bebidas refrescantes así como en yogures
comerciales.
También existe en sacarina de sodio, glutamato monosódico, nitrito de
sodio y polvo para hornear a base de bicarbonato de sodio y benzoato de
sodio, así como en condimentos y aliños como la salsa de soya y los
cuadritos de caldo concentrado.
LAS IMPORTANTES CANTIDADES
La cantidad máxima diaria de sodio para ser ingerida por un adulto es
de 2,300 miligramos al día por cualquier vía, cantidad contenida en una
cucharadita de sal. El consumo recomendado no debe sobrepasar más de
1,500 miligramos diarios como una forma de preservar la salud en
personas saludables.
La común sal de cocina, cloruro de sodio, contiene un 40 por ciento
de sodio. Una cucharada pequeña, 5 gramos aproximadamente, contiene ella
sola 2,300 miligramos de sodio.
LAS COMIDAS HABITUALES
En el mundo, como promedio los hombres consumen una media de sal de 11 gramos diarios; las mujeres se quedan en 8,1 gramos.
Cualquiera que consuma más de uno o dos alimentos procesados diariamente, ingerirá una sobredosis de sal.
Los enfermos de hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca
congestiva, cirrosis hepática o determinadas nefropatías pueden
necesitar cantidades mucho más bajas, pues el sodio puede llevar a una
acumulación grave de líquidos en quienes padecen estas enfermedades y
agravarlas.
NECESIDADES REALES DE SODIO
Cada persona solo necesita una pequeña cantidad de sodio para
mantener en equilibrio los líquidos del cuerpo, sostener la función
normal de músculos y nervios, así como cooperar con el buen
funcionamiento de algunos órganos.
Y esto pudiera alcanzarlo con facilidad aun consumiendo comidas sin
sal, pues en la composición normal de muchos alimentos se encuentra el
sodio.
LA SAL Y LA DIABETES
Recientemente se ha planteado cómo un elevado consumo de sal, en un
adulto promedio, pudiera incrementar las probabilidades de padecer
diabetes tipo 2.
Fueron estudiadas varios miles de personas en Suecia. Los resultados
indicaron cómo el consumo de sal se vinculó con un aumento promedio del
65 por ciento en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 por cada 2.5
gramos extra de sal, equivalente a algo menos de media cucharadita
diaria.
Las personas más consumidoras de sal, aproximadamente 1.25
cucharaditas o más cada día, presentaron un 72 por ciento más de
probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 en relación a quienes
menos la consumían.
El estudio realizado en el Instituto Karolinska de Estocolmo, no
precisó la manera de cómo se provocó un aumento en la diabetes en
relación al consumo de mayores cantidades de sal, aunque señalaron a la
sal como capaz de incrementar la resistencia a la insulina, mecanismo
capaz de desarrollar este tipo de diabetes.
También el consumo excesivo de sal pudiera haberse relacionado con un mayor peso corporal.
El consumo alto de sal teóricamente también se asoció con un aumento
significativo en el riesgo de diabetes autoinmune latente en los
adultos; es una forma de diabetes tipo 1 de lento desarrollo y capaz de
aparecer en la edfad adulta.
UTILIDAD DE ESTOS RESULTADOS
Estos resultados pudieran resultar importantes a la hora de aconsejar
a las personas en cuanto a la prevención de la diabetes en la edad
adulta.
Una alimentación muy limitada en su contenido de sal ha sido útil en
la prevención y control de diversas y serias enfermedades; la diabetes
mellitus ahora pudiera ser una de ellas.
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