Por Adalys Pilar Mireles
Pinar
del Río, Cuba, 20 ene (PL) Más de 100 especies de moluscos habitan en
el Parque Nacional Viñales dentro de ecosistemas frágiles por su
antigüedad, donde el endemismo de los pequeños animales alcanza un 96
por ciento.
Los caracoles sobreviven al amparo de proyectos conservacionistas y en condiciones de estricta protección con el fin de contrarrestar el impacto de efectos antrópicos sobre sus poblaciones, comentó a Prensa Latina Enma Palacios, investigadora del Parque Nacional radicado en ese paraje.
Entre las variedades más atractivas destacó a las Vianas, con tres subespecies, las cuales sobresalen por la policromía de su concha.
Son criaturas con características de adaptación muy interesantes pues poseen branquias en lugar de pulmones, una evidente señal de que en épocas pasadas la región estuvo cubierta de agua, añadió la experta.
En los senderos de la localidad, famosa por sus peculiares mogotes, asoma también la Zachrysia guanensis, empleada por instituciones científicas cubanas en investigaciones sobre el cerebro.
Otro de sus beneficios -explicó- es la posibilidad que ofrece de utilizarla como termómetro o medidor de la salud del ecosistema.
Recordó que Viñales es una de las tierras más antiguas del Caribe, localidad donde afloran huellas del período jurásico, y cuyos suelos han sufrido los efectos de la erosión a lo largo de los años, junto a otras amenazas.
Entre los hallazgos más recientes de los especialistas del parque resalta el reencuentro del caracol puerco espín, un endémico local de hábitat muy limitado pues se observa sólo en la Sierra del Infierno y en otros escasos sitios, agregó Palacios.
Las exploraciones en la zona dan continuidad a las pesquisas realizadas a inicios del siglo XIX por el naturalista Carlos de la Torre, quien describió 41 géneros de moluscos existentes entonces en la demarcación, 28 de ellos localizados en la actualidad por los malacólogos de Viñales.
Al referirse a las reliquias del lugar la estudiosa mencionó a los fósiles de amonites, moluscos que vivieron hace unos 75 millones de años, y cuya aparición sugirió la presencia de un horizonte jurásico en ese territorio del extremo occidental cubano, declarado Paisaje Cultural de la Humanidad.
Pinar
del Río, Cuba, 20 ene (PL) Más de 100 especies de moluscos habitan en
el Parque Nacional Viñales dentro de ecosistemas frágiles por su
antigüedad, donde el endemismo de los pequeños animales alcanza un 96
por ciento.Los caracoles sobreviven al amparo de proyectos conservacionistas y en condiciones de estricta protección con el fin de contrarrestar el impacto de efectos antrópicos sobre sus poblaciones, comentó a Prensa Latina Enma Palacios, investigadora del Parque Nacional radicado en ese paraje.
Entre las variedades más atractivas destacó a las Vianas, con tres subespecies, las cuales sobresalen por la policromía de su concha.
Son criaturas con características de adaptación muy interesantes pues poseen branquias en lugar de pulmones, una evidente señal de que en épocas pasadas la región estuvo cubierta de agua, añadió la experta.
En los senderos de la localidad, famosa por sus peculiares mogotes, asoma también la Zachrysia guanensis, empleada por instituciones científicas cubanas en investigaciones sobre el cerebro.
Otro de sus beneficios -explicó- es la posibilidad que ofrece de utilizarla como termómetro o medidor de la salud del ecosistema.
Recordó que Viñales es una de las tierras más antiguas del Caribe, localidad donde afloran huellas del período jurásico, y cuyos suelos han sufrido los efectos de la erosión a lo largo de los años, junto a otras amenazas.
Entre los hallazgos más recientes de los especialistas del parque resalta el reencuentro del caracol puerco espín, un endémico local de hábitat muy limitado pues se observa sólo en la Sierra del Infierno y en otros escasos sitios, agregó Palacios.
Las exploraciones en la zona dan continuidad a las pesquisas realizadas a inicios del siglo XIX por el naturalista Carlos de la Torre, quien describió 41 géneros de moluscos existentes entonces en la demarcación, 28 de ellos localizados en la actualidad por los malacólogos de Viñales.
Al referirse a las reliquias del lugar la estudiosa mencionó a los fósiles de amonites, moluscos que vivieron hace unos 75 millones de años, y cuya aparición sugirió la presencia de un horizonte jurásico en ese territorio del extremo occidental cubano, declarado Paisaje Cultural de la Humanidad.
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