martes, 10 de junio de 2014

Una maravilla engendrada por el amor


El Lago de los Sueños, una de las instalaciones que para el disfrute de los lugareños abrió sus puertas el pasado 8 de febrero, con motivo del Aniversario 500 de la otrora Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, se ha convertido en el mayor espacio de entretenimiento de esta ciudad.


Camagüey es la tercera urbe de Cuba con más de 300 mil habitantes, y en uno de sus cuatro distritos político administrativos, el Julio Antonio Mella, está enclavado este atractivo complejo, con una variada oferta recreativa, cultural y deportiva, capaz de satisfacer a todos los segmentos de la población.

RECUENTO NECESARIO

Su nombre parece una quimera, pero se ha convertido en realidad por un hombre que soñó en grande —Jorge Luis Tapia Fonseca, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en Camagüey—, conjuntamente con el esfuerzo de miles de constructores, de un grupo de entidades del territorio y con el apoyo de la población. El centro se construyó alrededor de una pequeña presa aledaña a varios edificios multifamiliares, escuelas y otras instalaciones de salud y de servicio.

Antes, en las cercanías del embalse, el terreno permanecía ocioso, rodeado de malas hierbas y de plantas invasoras como el marabú. El lugar, de unas 40 hectáreas, se convirtió, no por arte de magia pero sí por el esfuerzo de muchos, en la mejor de las opciones para la distracción sana de niños, jóvenes y apasionados de la música y el deporte.

POSIBILIDADES PARA TODOS LOS GUSTOS

Cuenta con un muro de hormigón, especie de malecón que rodea buena parte del lago y se ha convertido en la mayor atracción de quienes buscan aire puro y tranquilidad. Tiene, además, una pista de baile, una cancha de voleibol de playa y otra de baloncesto, terreno de béisbol, un área para la práctica del aeromodelismo y otra para bicicletas BMX con obstáculos.

No puedo dejar de mencionar el complejo bio-saludable, instalación que aprovechan quienes quieren rebajar algunos kilos de peso. Los niños están contentísimos con la posibilidad de empinar sus papalotes, de contar con un parque con figuras inflables inmersas en una pequeña piscina, una estrella y otros aparatos, algunos de ellos operados por trabajadores por cuenta propia.

En el Lago de los Sueños la variedad gastronómica incluye una red de restaurantes con comidas criollas, marinas y pizzerías, ofertas de alimentos ligeros y refrescos naturales y procesados industrialmente, una locomotora y un vagón convertidos en una moderna cafetería, y un avión que tras su último vuelo tiene en su “vientre” una confortable heladería con variados sabores y una atención que a los clientes les parece viajar por los cielos de Cuba.

SOÑAR, UN DERECHO

Todos tenemos un día que otro el derecho a soñar, y este periodista, después de recorrer las extensas instalaciones del Lago de los Sueños, también lo hizo para llevarles la realidad de este reportaje.

Se ratifica, como escribió una colega y como lo canta Silvio Rodríguez en una de sus canciones, que “solo el amor engendra la maravilla”, porque este regalo que se hicieron a sí mismos los hijos de esta tierra, se convirtió en el mayor obsequio a su ciudad en el Aniversario 500 de su cumpleaños fundacional.




























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