lunes, 20 de junio de 2011

OBAMA : ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

Por Jorge López

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama ordenó atacar a Libia, el pasado 20 de marzo, durante una visita a Brasil, mientras se encontraba en una reunión privada con su homóloga, Dilma Rousseff en el Palacio do Planalto, sede del gobierno.
Durante el encuentro, que duró poco más de 40 minutos, un asesor se acercó al presidente y le entregó un papelito. Obama pidió excusas a su anfitriona y allí mismo, por teléfono, dijo alto y claro : “procedan”.
Minutos después, al otro lado del mapa, empezó el bombardeo de la flota naval norteamericana sobre Libia. A partir de ese momento, se hizo evidente la tensión de Obama.

La Ley de Poderes de Guerra, que data de 1973, obliga al presidente estadounidense a solicitar la autorización del Congreso en un plazo de 90 días si decide enviar tropas a enfrentarse a "hostilidades" en el exterior.
La Casa Blanca ha reiterado que el mandatario actuó de conformidad con lo establecido, pero este asunto le incrementará a Obama más dolores de cabeza pues la oposición ya había advirtió al mandatario, que violaría esa Ley, sin de la autorización del Capitolio, como anunció el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner. Y precisamente ese lapso de tiempo finalizó este domingo 19 de junio.En estos momentos, junto con los problemas económicos, de los inmigrantes, las divisiones en el gobierno, los debates sobre el presupuesto y los límites de la deuda, el presidente nortemericano tendrá que solucionar el haber sobrepasado su autoridad respecto a la agresión al país norafricano.
La semana pasada 10 congresistas, encabezados por el demócrata Dennis Kucinich y su par republicano Walter Jones demandaron a Obama ante un tribunal federal por la presunta ilegalidad de las operaciones militares sin aprobación del Congreso.
Pero la respuesta a tales imputaciones llegó el miércoles en un informe de 30 páginas procedente de la Casa Blanca, en el que se expusieron los fundamentos legales que amparan la decisión del gobernante.Las informaciones divulgadas en el The New York Times complican aún más la posición asumida por Obama. De acuerdo a lo publicado, el presidente ignoró el consejo de abogados de los Departamentos de Defensa y Justicia que le recomendaron pedir autorización al Congreso para los ataques contra Libia.Obama consideró que tenía autoridad legal para emprender la campaña en suelo libio y se guió por la opinión de otros miembros de su gabinete, dijo el periódico.
Ellos consideraron que el lanzamiento de misiles contra objetivos del líder libio, Muamar El Gadafi, no constituía un acto hostil.La Casa Blanca dice que ¨ no hay hostilidades. Pero, afirmó, estamos realizando ataques. Estamos gastando 10 millones de dólares al día. Formamos parte de un esfuerzo por lanzar bombas contra las instalaciones de El Gadafi", dijo Boehner, citado por el diario estadounidense.
El escenario del presidente estadounidense se ha convertido notoriamente más complicado en el marco de sus intentos por darle vigor a su temprana campaña electoral de reelección en los comicios del próximo año. Su situación no es nada fácil para salir de una posición tan difícil entre la espada y la pared.

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