sábado, 28 de septiembre de 2019

Delegaciones de 120 países consideran a EE. UU. el principal violador de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional

La reunión ministerial del Movimiento de Países No Alineados, que tuvo lugar en Caracas, Venezuela, durante este fin de semana, delineó el camino común de quienes anhelan, defienden y pretenden construir juntos, más allá de nacionalidades, fronteras geográficas, idiomáticas, culturales o diferencias políticas, un futuro de paz para toda la humanidad.

No asombra entonces que hubiese sido precisamente allí, en el epicentro de la lucha continental, en el país más asediado hoy por el imperialismo estadounidense, el lugar donde se reunieran los miembros de una organización que –desde su propia fundación– defiende la independencia política y la soberanía de los Estados, la no intervención en asuntos internos de los países y la solución de los conflictos sin recurrir ni a amenazas ni al uso de la fuerza.
Al intervenir en la sesión del sábado, el mandatario anfitrión, Nicolás Maduro, dijo que su país –que concluye así su mandato en la presidencia pro témpore del organismo– tuvo «tres años de batalla intensa por las grandes causas de la humanidad», especialmente las relacionadas con «temas vitales como el cambio climático, la defensa del derecho de nuestros pueblos a la autodeterminación y la construcción de un nuevo mundo pluripolar».
Reiteró que los nuevos tiempos demandan «la construcción de un mundo pluripolar, multicéntrico, sin imperios hegemónicos que se quieran imponer a otros países o regiones», lo cual «es nuestra bandera (...), que no es ni un sueño, ni una utopía», pues el Mnoal «está llamado a jugar un inmenso papel para que la humanidad se abra camino hacia un mundo nuevo».  
Por su parte, el canciller de Irán, Javad Zarif, aseguró que EE. UU., con sus medidas, ejerce el terrorismo contra países soberanos. «Las sanciones impuestas por el Gobierno estadounidense son terrorismo económico. No podemos permitir que sigan implementando este tipo de acciones», advirtió.
La arremetida contra países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, el intento de imponer sanciones unilaterales y dictar medidas coercitivas para presionar gobiernos que a EE. UU. les resulten «incómodos», los chantajes y provocaciones contra naciones como Irán y China, y la intromisión en conflictos como los del pueblo sirio o la causa del pueblo palestino, son desafíos comunes que centraron la discusión y marcaron los ejes de la lucha futura entre los participantes en el encuentro.
Las 120 delegaciones reunidas en Caracas coincidieron en calificar a EE. UU. como el principal violador de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional y acordaron, entre otras cosas, respaldar el proceso bolivariano, apoyar las plataformas de diálogo impulsadas en Noruega y Barbados o la propuesta del Mecanismo de Montevideo, rechazar el incremento de las medidas de bloqueo económico y financiero impuestas contra Cuba y Venezuela y todo tipo de amenaza belicista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario