martes, 4 de marzo de 2014

¿Textos clásicos o contemporáneos?

Análisis del dilema que entraña responder a una u otra preferencia literaria en el contexto de las propuestas editoriales de la 23 Feria Internacional del Libro...
Yeneily García
 
 
Si hay algo que atraiga en la Feria del Libro es la variedad que colma los estantes de las librerías en esta multitudinaria y colorida fiesta, que es la magna cita de las letras cubanas.
Hay para todos los gustos: ciencia, autoayuda, ficción, ensayo, poesía, literatura para niños y jóvenes —que este 2014 se lleva las palmas por la calidad y abundancia en propuestas—, las tan buscadas recetas de cocina y hasta códigos penales y consejos para iniciar negocios particulares, muy de moda hoy.

Para esta versión 23 del suceso cultural, en el apartado de literatura los pesos pesados del mundo editorial cubano proponen una variedad de títulos y de autores que hacen las delicias (y los dolores de cabeza) de lectores empedernidos, que por mucho  que quieran no pueden tener todo lo que quisieran. Entre tantos y tantos libros escoger se hace difícil: ¿un viejo conocido o un libro totalmente nuevo?

Si nos ponemos a observar la lista de los textos disponibles en la Feria, la inmensa mayoría de los volúmenes han sido escritos en los últimos cinco o siete años, y solo una pequeña parte de los más de 700 títulos que salieron de las imprentas este año clasifican en la categoría de clásicos, sino universales, al menos de la lengua española o contemporáneos.

Hay algunos, como "Corazón", de Edmundo de Amicis, que agota su tirada, no importa cuánto se edite, y aunque fue escrito en 1886 se mantiene como uno de los mayores éxitos de ventas en cualquier lugar que se presente; así nos explica Dania Pérez, subdirectora de la Editorial Arte y Literatura.

Este sello del Instituto Cubano del Libro publica casi exclusivamente a autores extranjeros, y este año trajo a la feria obras como "La historia de mis experimentos con la verdad", de Mahatma Gandhi; "Las amistades peligrosas", de Pierre Choderlos de Laclos; "Todos sus cuentos", de Rubén Darío, y "Los crímenes del obispo", de S.S. Van Dine.

Por otra parte, esta misma casa editorial es la que ha sacado a la luz en Cuba dos novelas del más popular autor de ciencia ficción rusa en la actualidad, Serguéi Lukiánenko; "Los últimos soldados de la guerra fría", del brasileño Fernando Morais; y "Teléfono móvil", del chino Liu Zheyun, todos en su primera traducción al español.

“Hay libros que tenemos que reeditar todos los años, en parte porque el público los demanda, y en parte porque son éxito seguro de venta”, comentó por su parte Enrique Pérez Díaz, director de la sin par Gente Nueva, que con casi un centenar de títulos ha sido la que más ha aportado a las novedades de esta edición 23.

“Casi todos los años sacamos de nuevo Había una vez, de Herminio Almendros, verdadero bestseller, junto a otros de autores contemporáneos pero consagrados”, apuntó.

Otra que nos trae algunos nombres reconocidos es Letras Cubanas, que en esta ocasión publicó "Diario de Venezuela", de Alejo Carpentier; "Hombres sin mujer", el descarnado relato de Carlos Montenegro; "La esfinge", de Miguel de Carrión; los tres tomos de "Pistos manchegos", del Poeta Nacional Nicolás Guillén; y "Tres novelas", de la camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda, cuyo bicentenario se celebra por todo lo alto en esta Feria.

La edición facsimilar de "La Edad de Oro", del Centro de Estudios Martianos, es una pequeña joya, al igual que la "Obra Poética" de Manuel Navarro Luna, o "Rimas," de Gustavo Adolfo Bécquer; ambos de la Colección Sur Editores.

“Los clásicos están bien, pero prefiero las novedades”, asegura Leonor Gutiérrez, una avileña quien se confiesa ávida lectora. “Siempre va a haber editoriales y mercados para libros de José Martí, Lezama, Guillén, Shakespeare; pero a los nuevos hay que darles espacio también, sino ¿cómo vamos a descubrir nuevos autores que puedan ellos mismos ser clásicos algún día?”.

Sin embargo, para el estudiante Manuel Jesús, tiene que haber al menos una representación de los grandes escritores, que siempre tendrán un sector al que apelar. “A los clásicos hay que seguirlos publicando —nos dice—. ¿De qué otra manera podremos tener acceso a grandes obras de la literatura como "El Quijote", "Pinocho" o "Cien años de soledad"?, las que, por cierto, he comprado en anteriores ferias”.

Clásicos o novedades, del siglo XVIII o contemporáneos; la verdadera cuestión no está en si unos anulan a otros, o si la preferencia está en este o aquel. Lo primordial, lo elemental es promover la lectura y el conocimiento.

¿Shakespeare o el joven ganador del Premio Calendario de la Asociación Hermanos Saíz de este 2014? Deben estar los dos. Es necesario que estén.

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